viernes, 16 de diciembre de 2011

UN SECTOR EN CRECIMIENTO EN SUDAMÉRICA
Jaime Jara: “Los que estamos en I+D sabemos que la paciencia y persistencia son claves para el éxito”
El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología en Paraguay (CONACYT) es una muestra del crecimiento del sector en los países sudamericanos. Tiene como meta proponer políticas nacionales y estrategias de ciencia, tecnología e innovación, en relación con la política de desarrollo económico y social en territorio paraguayo.

Jaime Jara (dcha.), en compañía de otros jóvenes técnicos
del Conacyt, en la presentación de uno delos primeros pro-
-gramas de apoyo al desarrollo de la ciencia,tecnología
e innovación (2008) – Fuente: Diario ABC


Jaime Jara, en coordinación con un gran equipo de profesionales de la institución, supervisa y evalúa la implementación de estas políticas y estrategias.
La labor de este tipo de instituciones se centra en fomentar el desarrollo de la tecnología e innovación en diversos sectores por medio de mecanismos de incentivos a organismos, empresas y personas. Jaime nos da a conocer el trabajo de estas organizaciones, y nos explica cómo funciona el Conacyt.
-       En su opinión, ¿qué importancia tiene invertir en innovación y desarrollo, y cómo puede influir esto en la marcha de un país?
Nos jugamos continuar siendo un país cuya economía está basada en la agricultura la ganadería y la mano de obra barata y no cualificada o comenzar a crear productos de valor añadido basados en mano de obra especializada, y por tanto, con mayor nivel de vida y riqueza.
-      ¿Ha notado cambios a lo largo de su trayectoria en materia de Innovación? ¿Existen ahora más medios/recursos, más apoyo del gobierno u otras entidades, o más conocimiento del público sobre el tema, tal vez?
Sí, efectivamente, con diferencia de años atrás, el gobierno está haciendo un importante esfuerzo para dotar a instituciones como la nuestra de medios y recursos públicos para desarrollo e innovación, aunque no siempre sean bien gastados ni se pueda decir que sea suficiente. El Consejo lleva poco más de diez años trabajando en el desarrollo del sector en Paraguay, pero en los últimos cinco años (tiempo que llevo trabajando con el Consejo) te puedo asegurar que estamos creciendo a pasos agigantados.
Todavía nos situamos muy lejos de la mayoría del resto de países del Mercosur en lo relativo a las ayudas que estos reciben de sus gobiernos destinados a la innovación y el desarrollo tecnológico. Pero confiamos en que estamos yendo por buen camino.


“La divulgación científica no es sinónimo de innovación ni progreso. Aunque se publiquen revistas de Innovación y se hagan congresos, esto no significa que dejemos de estar en la cola en materia de desarrollo tecnológico e innovación”


-      A través del Conacyt, se ha llevado a cabo varias iniciativas en el ámbito de la divulgación científica e informativa, ¿podría comentarnos algunas de ellas, las más resaltantes?
Sí. Asistimos a más de 30 congresos especializados al año, cooperamos con una media de 10 consorcios en América Latina, tenemos acuerdos de cooperación estable con universidades y centros tecnológicos, y entre otras cosas, participamos en más de 40 asociaciones de perfil tecnológico, todo para difundir y compartir capacidades tecnológicas. Pero la divulgación científica no es sinónimo de innovación ni progreso. Aunque se publiquen revistas de Innovación y se hagan congresos, esto no significa que dejemos de estar en la cola en materia de desarrollo tecnológico e innovación, y si vemos outputs como exportaciones de alta tecnología o la baja productividad de nuestro país, los resultados no parecen muy buenos.
-      ¿Podría indicar alguno de los proyectos más relevantes en los que se encuentren en la actualidad?
Una de las principales metas del Conacyt es conseguir la mayor cantidad posible de empresas interesadas en incorporar proyectos tecnológicos a sus objetivos. En esta línea buscamos fortalecer proyectos de innovación tecnológica, en los que  participen  instituciones públicas y privadas para apoyar el desarrollo del sector productivo, especialmente a través del refuerzo de estudios post-universitarios de la población estudiante paraguaya. Por ello en la actualidad nos encontramos ofertando becas de apoyo a la investigación, sobre todo para realizar Postgrados y Maestrías en este campo, además trabajamos en diferentes congresos y concursos para ayudas complementarias a investigadores. Para nosotros, estos incentivos son de gran importancia para animar a los jóvenes científicos e investigadores, que son el futuro del sector.
-      En momentos de crisis, parece que el pensamiento de todos los paraguayos no debe estar precisamente en la innovación tecnológica o en la preocupación por el desarrollo de la ciencia. ¿Cómo se puede cambiar eso y promover más inversión en estos campos?
Los que estamos en I+D sabemos que la paciencia y persistencia son claves para el éxito, por encima de las “tempestades” que puedan acaecer a lo largo del camino. Si los gobiernos son cortoplacistas no lo verán por más promoción que se haga. No obstante, un esfuerzo en difundir experiencias positivas de cómo los países y empresas con más inversión en tecnología y más innovación son las que mejor superan la crisis, definitivamente, puede ayudar. 
-      Pero, ¿se hacen realmente los esfuerzos necesarios para concienciar a la sociedad paraguaya de la importancia de este sector? ¿O para impulsar las políticas de I+D+I en el país? ¿Cómo percibe esto desde la perspectiva de su empresa y el sector en el que trabaja?
 Yo creo que sí, esos esfuerzos de concienciación y fomento del sector están aumentando cada vez más, por lo menos, nosotros lo vemos así desde nuestra institución. El problema es que, entre el lastre histórico de una percepción del sector público de Ciencia y Tecnología como improductivo, obsoleto y a veces desprestigiado, y la falta de confianza de las empresas en los resortes institucionales, cualquiera que quiera cambiar la opinión del “pueblo paraguayo” desde dentro tendrá que tener doble ración de paciencia, en especial si siguen pensando que la inversión productiva irá en detrimento de su seguridad o bienestar a corto plazo.


“Los esfuerzos de concienciación y fomento del sector están aumentando cada vez más”




Enlaces  relacionados:




martes, 6 de diciembre de 2011

Sociedad digital y educación, nuevos retos de nuestro tiempo

Recientemente tuvo lugar la vigésimo sexta edición de la Semana Monográfica de la Educación de la Fundación Santillana. Bajo el lema 'La educación en la sociedad digital', se abordaron asuntos como la incorporación de la tecnología en la educación y las políticas necesarias para lograrlo, los beneficios que podrían aportar las soluciones tecnológicas al aprendizaje y las estrategias de modernización del sistema educativo.

Monserrat López  |   Madrid

     A lo largo de los días 21 al 25 de noviembre, la XXVI Semana monográfica de la Educación estudió exhaustivamente cómo se están encaminando los centros académicos en  la transformación del nuevo paradigma digital. El desarrollo de este emprendimiento demostró de manera determinante cómo la evolución tecnológica va por  un camino que lleva a un nuevo fenómeno en el escenario de la educación, denominado “la escuela 2.0”. 

    La inauguración de las jornadas estuvo a cargo del ministro de Educación, Ángel Gabilondo, y el presidente del Grupo PRISA, Ignacio Polanco, junto al director de la Semana Monográfica y presidente del Grupo Santillana, Emiliano Martínez.
 
Estas jornadas se vienen celebrando en Madrid desde 1986,
y en esta edición contaron con el patrocinio de la Secretaria
General Iberoamericana (SEGIB) y la Fundación Telefónica.
     Las sesiones reunieron a un amplio grupo de expertos y conocedores del sector educativo y del ámbito de desarrollo de las TIC. De esta suerte, el evento contó con destacados participantes: Enrique V. Iglesias, secretario general de la Secretaria General Iberoamericana; María Fernanda Campo Saavedra, ministra de Educación de Colombia; Irene Rigau, consellera del Departament de L'Ensenyament de la Generalitat de Catalunya;  Lucía Figar, consejera de Educación de la Comunidad de Madrid; Javier Rodríguez Zapatero, director general de Google para España y Portugal; Francesc Pedró, jefe de la Oficina Sectorial y TIC en Educación de la UNESCO; entre otros. Todos ellos, integraron sus perspectivas hacia un mismo enfoque: la alfabetización digital.

     “Es inevitable añadir tecnologías a las clases, porque así funciona el mundo que nos rodea. De hecho, la única manera de que la velocidad del cambio no nos arrastre es saber manejar las herramientas digitales”, sentenció Martínez, presidente del Grupo Santillana y director de las jornadas.  Con esto, se concienció a la audiencia de la importancia de considerar las brechas de alfabetización digital.
 
  El Documento Básico de la Semana, titulado Tecnología y escuela: lo que funciona y por qué, fue elaborado por Francesc Pedró, jefe de la Oficina Pública de Política Sectorial y TIC en Educación de la Unesco. El informe funcionó como el punto de partida para el debate sobre los retos educativos y tecnológicos que tendrá que afrontar la escuela en los próximos años.

      Pedró enmarcó la mejora de la educación en una visión optimista con respecto a las TIC. Al mismo tiempo, señaló las dificultades e insuficiencias de las reformas educativas emprendidas y propuso unos ejes de actuación para mejorar el uso de la tecnología en el sector educativo.


De izquierda a derecha, Francesc Pedró, Javier Nadal,
 Ignacio Polanco, Ángel Gabilondo y Enrique V. Iglesias
en la Semana Monográfica de Santillana. (Fuente: El país)
     Por lo demás, en todas las sesiones de la semana intervinieron destacadas personalidades políticas, líderes sociales y expertos educativos, que aportaron su visión sobre el binomio educación y sociedad digital.  

Camisetas verdes

    Las protestas y reivindicaciones sociales tampoco faltaron en estas jornadas. En la última sesión, la del día 25, una marea de camisetas verdes con el lema "Escuela Pública de tod@s y para tod@s", salpicaron el salón de actos donde se realizaba el evento.  Muchos profesores acudieron con esas camisetas para protestar contra los recortes en educación.

Conclusiones

   Las conclusiones de la XXVI semana monográfica de educación hacen pensar en la alfabetización digital  como un potente factor que puede democratizar aun más la educación, sin embargo, la sociedad necesita tiempo para asimilarlo. No se puede considerar a la tecnología como una varita mágica con la que remendar todos los desperfectos de nuestro sistema educativo. Pero sí considerarla un arma fundamental para lograr un sistema que aúne tecnología y conocimiento.



miércoles, 30 de noviembre de 2011




Educación 2.0 y el futuro de las aulas

Las redes de conocimiento e información hoy tienen una vigencia extraordinaria. La implantación de las nuevas tecnologías en los entornos de enseñanza universitaria y de formación académica no sólo permite desarrollar las capacidades de los alumnos, sino también incentivar el desarrollo económico del país.

Monserrat López  | Madrid


   Aunque para muchos, la sociedad de la información es algo nuevo, se viene hablando de ella y promoviéndola desde la década de los setenta. Según autores como Mattelart, la noción se estrenó en 1975, en el marco de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), que agrupaba entonces a los veinticuatro países más ricos del planeta. Pero en estos treinta años la historia evolutiva de la tecnología ha sufrido cambios a un ritmo vertiginoso, encauzando importantes esfuerzos hacia la tecnología de la información, intentando llegar no solo a veinticuatro países, sino a toda una aldea global de comunicación y conocimiento.
   Las necesidades educacionales han ido cambiando conforme a la evolución de la sociedad y, por ende, al crecimiento económico. Considerando la globalización en red y el uso de las tecnologías para mediatizar las relaciones humanas, las aulas ya están incorporando nuevas metodologías de trabajo, con herramientas tecnológicas cada vez más esenciales para el aprendizaje. En unos años, posiblemente ya no resulte raro ver titulares de diarios que anuncien la exterminación de libros a favor de nuevos aparatos tecnológicos. Y es que, sin duda, la formación en línea se ha consolidando como una industria a nivel global.
  
   En este escenario, surge la llamada educación 2.0. Este novedoso término intenta definir la nueva realidad que nace de las transformaciones estructurales asociadas a las Tecnologías de la Información y la Comunicación.


 Tecnología + educación
   Muchas son las ventajas que la tecnología ofrece al sector educativo: fácil acceso a una gran fuente de información, procesos fáciles y confiables, la red como un medio de creación y expresión, además del recurso interactivo.

En la actualidad, los ordenadores portátiles, los llamados smatphones, libros electrónicos y otros aparatos, son llamados a formar parte de las aulas de centros educativos, universidades y escuelas de negocios, acercando la tecnología a los estudiantes y transfigurando la estructura tradicional de enseñanza académica.
   A día de hoy, para contactar a un profesor ya no es necesario acudir al centro de estudios. Desde cualquier sitio, es posible intercambiar correos electrónicos, acceder a los sitios web de las universidades, interactuar en las plataformas e-learning, e incluso asistir a clases mediante videoconferencias. Ver calificaciones, documentación, bibliografías o asistir a tutorías virtuales, son solo algunas de las gestiones que es posible realizar desde la Red.
  Ante esto, instituciones gubernamentales, académicas y corporativas, se están sumado paulatinamente a las nuevas tecnologías, implantando diferentes plataformas que combinan la competitividad y la educación virtual. También importantes empresas han aunado esfuerzos para generar programas computacionales que permitan a alumnos, profesores y a la comunidad académica en general, interactuar de manera instantánea.
    SunGard Higher Education, es un buen ejemplo de ello. Esta compañía se ha posicionado como líder en consultoría estratégica y administración de tecnología en instituciones de educación superior. Su visión de un Campus Digital Abierto está anclada en las tecnologías contemporáneas que responden a modelos alternativos de formación, para dar más flexibilidad y ofrecer una mejor experiencia a todos los miembros de su comunidad educativa.

E-learning, una modalidad en alza 
    El sistema de aprendizaje electrónico, es otra modalidad formativa que se desarrolla a través de Internet. Se trata de  una de las propuestas que hoy se utiliza con mayor frecuencia para atender la necesidad de educación continua, a través de una interacción didáctica permanente. Dadas sus características y el soporte tecnológico que lo respalda, esta plataforma se constituye en una alternativa para aquellos que combinan trabajo y estudio, ya que permite capacitarse a distancia, sin la necesidad de acudir a una sala de clases. 
Tecnologías emergentes que influirán en la Educación
Varios estudios avalan ya esta visión tecnológica de la educación. Según una publicación de la NMC (New Media Consorcium), en el futuro próximo habrá seis tipos de herramientas que tendrán una gran influencia en la educación. El informe, respaldado por Microsoft, clasifica esas herramientas tecnológicas en diversas categorías: Herramientas de comunicación online, Móviles, Cloud computing, Smart objects (objetos que combinarán un link al objeto físico –idea de del universo “clicable”–), webs personales (herramientas para encontrar y organizar todo tipo de contenidos y objetivos de aprendizaje), entre otras.
    Estas son las directrices que irá tomando la educación basada en la tecnología en los próximos años. Ya en relación con esto, Hugo Pardo Kuklinski, doctor en Ciencias de la Comunicación y autor del libro Planeta Web 2.0-Inteligencia colectiva o medios fast food, reflexionaba sobre la web 2.0 y la educación:
     “La educación ha cambiado totalmente; estamos ahora en una fase en la que el aprendizaje es personal.El proceso pasó de ser una persona que enseñaba contenidos, a una persona que enseña a aprender, a obtener contenidos en la red; enseña a los alumnos a procesar la información, a separar el ruido de lo que es importante, a utilizar mejor los recursos , a saber hacer links; etcétera. Ese es el trabajo que tiene que hacer el docente, hoy”, explica.
    Con respecto al desarrollo de educación a distancia, opina: “Antes era un modelo diferenciado de la educación presencial; ahora, el sistema presencial utiliza modelos de desarrollo a distancia, porque la tecnología así lo permite. Antes, si se quería hacer una universidad a distancia, se tenía que crear un software para que funcionara; hoy está todo en la red.”
    Frente a este panorama, no cabe duda de que las condiciones están dadas para que las instituciones educativas alcancen niveles considerables de acceso a las TIC. Lo importante es encontrar un uso relevante a esas tecnologías y promover el desarrollo de éstas, de acuerdo a las necesidades de cada país. Si estas condiciones se cumplen, se dará un salto muy grande en el sistema educativo de los países y, por ende, en la economía, ya que es una cadena de evolución enfocada al futuro de los profesionales.
    El siguiente video (6:59 min) nos da una idea de cómo ven los expertos la tecnología en la educación dentro de 10 años. La próxima década, según estos expertos, será protagonizada por la tecnología y la llamada educación 2.0.





 

martes, 15 de noviembre de 2011

Investigaciones recientes demuestran que el 2% de la energía mundial está en la Red
El auge del sector de la tecnología de la información es colosal. Los requerimientos energéticos resultantes para la inmensa infraestructura planetaria de Internet van en ascenso, utiliza un 2% de la energía mundial, según estudios recientes.

Monserrat López | Madrid

Internet experimentó un crecimiento significativo en los últimos años y con ello
 también aumentó su consumo eléctrico.


   “Los últimos años han visto una oleada de investigaciones sobre la eficiencia energética de la red. Pero la disminución de la energía utilizada por  Internet, ¿realmente ayudaría a ahorrar mucha más energía de la sociedad?”[…] Así comienza un reciente estudio sobre la eficiencia energética de la llamada “red de redes. El análisis toma, entre otros, los datos provenientes de los fabricantes de equipos y de los prestadores del servicio o de las empresas de telefonía para calcular la eficiencia energética de Internet a nivel global.

Los científicos Justin Ma, de la Universidad de California, y Barath Raghavan, del Instituto Internacional de Ciencias de la Computación, revelan que Internet necesita de entre 170 y 307 Gigawatts para funcionar, lo que representa el 2% de la energía mundial.


Según la investigación, la mayor parte de ese consumo energético procede de la
electricidad consumida por el ordenador de la persona  que está utilizando Internet.
 Otra parte, prodece de las infraestructuras de red necesarias para conectar la página de internet utilizada; y por último, los servidores y centros de datos que proveen a la página
la información.

La investigación

   Los autores indican que hay dos elementos fundamentales en el análisis: uno de ellos es el uso de electricidad, que es la medida estándar para evaluar la eficiencia energética. El otro, se refiere a una cantidad que a menudo ha sido ignorada en trabajos anteriores: la energía incorporada (o “emergía”), es decir, la energía necesaria para construir los dispositivos y la infraestructura que comprenden Internet. Así, en otras palabras, la investigación recoge datos sobre la energía que se requiere para construir, ejecutar y mantener la red.

   El equipo de Ma y Raghavan analizó la estructura actual de la red, conformada (según el estudio) por 750 millones de computadoras, 1.000 millones de smartphones y aproximadamente 100 millones de servidores en todo el mundo. Se calculó el consumo de cada una de estas partes, y la energía requerida para su fabricación, su vida útil y la energía necesaria para conectar los routers con las torres de telefonía que posibilitan el servicio.

Con esta información, llegaron a la conclusión de que se consumen entre 107 y 307 Gigawatts solo para Internet. Y dado que la producción global de energía es de unos 16 terawatts, se afirma que el consumo de electricidad que devora Internet es de alrededor del 2% del consumo mundial.

   Aunque se trata de un ejercicio meramente estadístico y solo son datos aproximados, los resultados llaman la atención acerca de la cantidad de energía que utiliza hoy la red alrededor del mundo. Consumo energético que también tiene una carga negativa en el calentamiento global.

   Este tipo de análisis resulta imprescindible para encontrar respuestas a un escenario al que se asoma una grave manent energy crisis fundamentally limits our ability to macrisis energética. Crisis, que, a su vez,  podría limitar delicadamente nuestra capacidad para mantener la actual arquitectura de lo que conocemos como Internet.


Repercusiones

   En medio de las preocupaciones mundiales sobre energía y cambio climático, los investigadores han resaltado las repercusiones de un estudio como este sobre la eficiencia energética de Internet ya no solo a nivel medioambiental sino también a nivel económico.

   Desde la perspectiva de una empresa que opera sus propios centros de datos y redes en infraestructura, el ahorro de energía se traduce en ahorro de dinero. De hecho, muchas empresas importantes han intensificado en los últimos años sus esfuerzos para ser calificadas como "verdes" a través de programas como Climate Savers Computing Initiative (CSCI).